Sin título

 COPA LIBERTADORES
GRAN TRIUNFO DE HURACAN,
 REACCIONO A TIEMPO RACING

Huracán jugó muy bien y consiguió una justa victoria sobre Cruzeiro, su primer triunfo en la fase de grupos. Hubo doblete de Wanchope Abila, una pesadilla para los brasileños, y la cerró Mancinelli de cabeza. Si vence a Mineros en Venezuela, pasa a octavos de final.

El equipo de Cocca empezó 0-2 abajo, pero a puro empuje se le metió en el arco al Táchira y lo dio vuelta con goles de Milito, Bou y Brian Fernández. La Academia se aseguró el primer puesto en el grupo.

Sin dudas, la mejor demostración de Huracán en el 2015. Ya se había lucido en el 4 a 0 ante Argentinos. Pero resultaba mucho más complicado ante un equipo brasileño concretar la empresa que realizó el Globo: fue superior a Cruzeiro y lo derrotó con autoridad y momentos de buen fútbol. Con Abila letal en el primer tiempo, que no sólo aportó dos goles (el 1 a 0 en offside) sino que además fue una pesadilla permanente para el fondo del Zeiro, con un Puch que tuvo intensidad, con Romero Gamarra de buena elaboración de jugadas y un fondo que estuvo bastante sólido y apenas sufrió alguna desconcentración.
Y esto sin olvidar que Toranzo, habitual revulsivo del equipo de Apuzzo con su calidad técnica, estuvo debajo de su mejor versión. Por eso, el mérito es enorme.

La tabla de posiciones mantiene a Huracán en el tercer puesto del grupo. Aunque con una certeza: de ganarle a Mineros a Venezuela en el cierre del grupo la clasificación a octavos de final de la Libertadores está asegurada. También podría servirle el empate pero sólo en una hipótesis poco probable: que Cruzeiro caiga de local ante Universitario de Sucre (derrotó a Mineros). Por eso lo mejor será ir a la tierra de la Vinotinto en busca de los tres puntos.

La noche de Wanchope fue para que varios ojeadores de equipos europeos editen un video. Hasta estuvo cerca de meter un gol de chilena tras acomodarla con el pecho.

Otro punto alto del Globo: Eduardo Domínguez, aunque cometió la imprudencia del foul del penal que le sirvió el descuento a Cruzeiro (Leandro Damiao). Igual, la angustia duró un instante en el Ducó porque al toque Mancinelli de cabeza liquidó la resistencia visitante.

La realidad, después de dos caídas por el torneo local, le sonríe al Globo. Depende de sí mismo y eso es impagable si se tiene en cuenta que llegará a la definición con sólo siete puntos.

Esto es Racing. Es sufrir incluso en las noches de festejos. Es esperar hasta que una de las últimas pelotas se meta lentamente en el arco contrario. Es ilusionarse con un equipo que Copa. En fin, la Academia le ganó 3-2 a Deportivo Táchira, pero lo hizo luego de arrancar dos goles abajo. A puro corazón y con el oficio de sus delanteros, se lo dio vuelta con los gritos de Milito, Bou y Fernández. Todo para quedar bien arriba del Grupo 8 y así cerrar la serie de octavos como local.

Tal vez a Racing le resultó perjudicial saber que enfrente tenía un equipo eliminado. Acaso de manera inconsciente, el equipo de Cocca jugó los primeros minutos a baja intensidad, regulando, tocando la pelota para los costados. Y el Táchira se empezó a sentir cómodo con esos avances anunciados. En ese plan visitante se advertía la intención de tirarle algún pelotazo a Meza para que se las arreglara a campo abierto. Y así fue: en dos furiosos contraataques, errores defensivos mediante, el Táchira festejó un sorpresivo 2-0. A esa altura, Guaraní le estaba arrebatando el primer puesto de la zona, ya que le ganaba a Sporting Cristal.

El doble golpe recién se sintió en el comienzo del segundo tiempo. El ingreso de Brian Fernández fue un revulsivo para el ataque. Ya había avisado Bou con un remate en el palo. Y también andaba por ahí Milito. Justamente de un centro de Bou y un remate de Milito llegó el descuento. Fue el comienzo de un aluvión de la Academia.

La segunda mitad se jugó prácticamente en el área venezolana. Táchira, que en su historia en la Libertadores sólo ganó dos partidos de 38, se quedó sin oxígeno. Y Racing fue con todo. Y con Bou, que se descargó con otro gol fundamental para el empate parcial. Pero había tiempo para más... Para esas reacciones místicas que le dan valor a un equipo. Brian Fernández sacó un remate que llegó a tapar el arquero Contreras, y como buen Contreras se le escapó la pelota hacia su arco. Se terminó festejando un partido que parecía simple. Así es la Copa. Así, Racing se Copa.

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