FEDERER-CILIC: LA GRAN FINAL
El Suizo y el Croata definirán el torneo por la Rama Masculina, Federer va por su 19º Grand Slams
El croata Marin Cilic ya espera rival en la final de Wimbledon, tras su victoria en la primera semifinal al estadounidense Sam Querrey por 6-7 (6), 6-4, 7-6 (3) y 7-5 en un partido que se alargó a las dos horas y 56 minutos de partido, y que sirvió para que el cabeza de serie número siete, accediese a su segunda final Grand Slam.
AcudÃa a Wimbledon con el objetivo de mejorar los cuartos de final conseguidos el pasado año, y finalmente lo consiguió. Parte como cabeza de serie número 24, y tuvo un hueso duro de roer como es Marin Cilic, uno de los tenistas más finos en esta temporada de hierba y uno de los grandes favoritos a conquistar el tÃtulo final. VenÃa cansado el tenista croata, tras su paliza de la ronda anterior ante el luxemburgués Gilles Muller, pero apenas se notó, ya que estuvo inconmensurable durante todo el partido.
El suizo derrotó 7-6 (4), 7-6 (4) y 6-4 a Tomas Berdych y alcanzó la definición del tercer Grand Slam de la temporada.
Es imposible no disfrutar del tenis cuando lo juega Roger Federer. Ante una invasión extraterrestre, el ser humano deberÃa ofrecerle sus mejores espectáculos y entre ellos figurarÃa el ejercicio de suprema elegancia y plasticidad de un hombre especial. Cualquier que no haya empuñado una raqueta pensará con estupor que ese deporte parece sencillo cuando es jugado por el de Basilea, y no adquiere noción real de lo que hace en la pista hasta que intenta emularle.
El suizo ejecuta golpes nunca antes visto, engatusa a un público embelesado ante un despliegue divino. Y es que si Dios se vestÃa de jugador de baloncesto cuando saltaba a pista Michael Jordan, también lo hace de tenista materializado en Roger. Necesitó de su mejor versión para derrotar a un Tomas Berdych motivado como el que más; el checo parecÃa inmerso en una etapa decadente, pero Wimbledon 2017 ha demostrado que sigue estando en condiciones de competir por grandes objetivos. Ha de irse orgulloso de lo realizado en un partido ante, simplemente, el mejor.


