De la mano de Matías Giménez, autor de un golazo y un polémico penal sobre la hora, Independiente venció 2-1 a Vélez por la segunda fecha de la Zona A de la Copa de la Liga Profesional y Carlos Tevez arrancó con el pie derecho su ciclo como DT de un Rojo que toma aire y se aleja de la zona de descenso.
Minutos después, el N°1 de los de Liniers le ahogó el gol a Alexis Canelo, quien había ganado de cabeza en el punto penal, y, sobre el cierre de la etapa inicial, controló con la vista un disparo de Damián Pérez que rozó el techo del arco y se fue por la línea del fondo. En medio del griterío de Sebastián Méndez en el banco, Vélez atinó a responder con un tiro de Walter Bou que explotó en los guantes de Rodrigo Rey y se marchó al córner.
En el complemento, el Independiente de Tévez siguió empujando en busca del triunfo y tuvo su recompensa: a los seis minutos le quedó la pelota a Matías Giménez en tres cuartos de cancha y, con un enganche que hizo pasar de largo a un rival y una definición notable, abrió el marcador en Avellaneda.
La gran apuesta del Apache, que con Ricardo Zielinski estaba bajo las sombras de Martín Cauteruccio, le devolvió la confianza con un verdadero golazo e hizo delirar a las tribunas. El 1-0, sin embargo, duró apenas un rato, ya que a ocho minutos del cierre Santiago Castro le ganó a todos de cabeza en el área y firmó el 1-1 para el Fortín.
De todas maneras, Independiente iba a cerrar el domingo con una sonrisa porque, ya en tiempo de descuento, Caute se desplomó sobre la línea del área, lo mismo en el rebote con Giménez y el árbitro Fernando Rapallini, atento a su intercomunicador, sancionó penal sin revisar la dudosa jugada en el VAR.
Si bien el artillero uruguayo solía hacerse cargo de las penas máximas, esta vez agarró la pelota el joven atacante ex-San Martín de San Juan y no se puso nervioso: sacudió las redes y le permitió a su equipo sumar tres puntos vitales para la lucha por no descender.