ANGELIQUE KERBER CAMPEONA EN "ALL ENGLAND"
La alemana conquisto por primera vez en su carrera en Grand Slams sobre cesped.
Todo el mundo habÃa acudido a presenciar en directo la fiesta de Serena Williams y su regreso soñado y se encontró con un muro llamado Angelique Kerber. La tenista natural de Bremen, poco mediática pero muy trabajadora, sumó su primer Wimbledon y el tercer 'Grand Slam' de su carrera, después del Open de Australia y el US Open, en 2016.
Kerber ejerció de verdugo de Serena con un tanteo de 6-3 y 6-3, en 1 hora y 5 minutos, y confirmó que el gran partido del dÃa lo habÃan visto antes de los aficionados en la continuación de la semifinal masculina entre Rafael Nadal y Novak Djokovic. A sus 30 años, la teutona, única 'Top10' que habÃa pasado la criba de los seis partidos anteriores, lo devolvió casi todo y falló poco. Apenas cinco fallos no forzados.
la flamante campeona de Wimbledon, Angelique Kerber, las primeras palabras fueron para su rival, Serena Williams, emocionada hasta las lágrimas a pesar de la derrota. Coraje, agradecimiento y espranza de nuevos tÃtulos es lo que subrayó la alemana sobre la estadounidense, en una final de Grand Slam dieciséis meses después de apartarse de todo para ser madre y superar un calvario en el parto y el posparto del que a punto estuvo de no salir.
Kerber, infatigable a sus 30 años, se tomó la revancha de la última vez que se enfrentaron en esta ronda de Wimbledon, hace dos años. Fue superior en los momentos en los que todo se decide. A Williams, encantada con haber llegado a la final, emocionada por todo lo que ha conseguido antes, le faltó energÃa para amarrar el tÃtulo 24 de Grand Slam e igualar asà a Margaret Court. Le queda esa espinita, pero con la fuerza que ha desprendido en estas dos semanas en Wimbledon, solo es cuestión de tiempo que lo consiga. Olvidados los problemas, ahora le toca disfrutar del tenis, donde es una de las más grandes.
Pero en la final fue Kerber más contundente. Su zurda toca la pelota con dulzura en los puntos de tensión y con garra cuando se trataba de mover a la estadounidense. La alemana, que llegó a número 1 en septiembre de 2016, celebra otro tÃtulo excelso en su palmarés tras una lección de respeto por su rival tanto para reverenciar su vuelta como paraapretarle cuando podÃa desde el resto. Estrategia que le valió para lograr cuatro breaks con los que encauzar la victoria. Mérito enorme porque Williams tiene un primer servicio demoledor: termina el torneo con 48 saques directos y con velocidades que llegan a los 196 kilómetros por hora.
Confirmados los breaks, la alemana defendió su plaza con autoridad de número 1. Se acerca a él desde el puesto diez del ranking porque vuelve a sumar un tÃtulo de Grand Slam y ya son tres, pues logró el US Open y el Abierto de Australia en 2016.