Con un penal de Montiel y un cabezazo sobre el final de Zuculini, el equipo de Gallardo superó a Nacional en la ida
Nada es fácil en la Copa Libertadores. Ni ayer ni hoy ni mañana. Nada resulta sencillo con el VAR de por medio, que llegó para aportar justicia y genera enredos porque, en definitiva, lo manejan personas. River sacó adelanto un duró partido ante un rival muy difÃcil como tÃpico equipo uruguayo.
Otra vez el VAR fue protagonista, hubo tres intervenciones del video análisis que resultaron determinantes. Primero, por una mano de Laborda, zaguero uruguayo, que acertaron en no sancionar como falta. Al ratito, en el penal que el colombiano Rojas sancionó -y le ratificaron desde el VAR- por un leve contacto de Oliveros a MatÃas Suárez (Rochet le atajó el remate a Borré y sobre el final, cuando el propio Suárez convirtió un muy lindo gol que fue invalidado porque partió -por centÃmetros- en posición adelantada.
Y esta historia no terminó ahà ya que el resultado se rompió por otra situación de VAR por otra mano de Laborda tras un toquecito de De la Cruz: ahÃ, en medio del maleficio de River con los penales, agarró la pelota Gonzalo Montiel y definió perfecto, en medio de un equipo falto de confianza para pararse en el punto del penal, Gonzalo Montiel derecho de la Selección abrió el pie y puso el 1-0 para el Millonario. Con él se fue una racha de siete fallados de los últimos ochos ejecutados.
El segundo gol llegó, en el cierre, el cabezazo de Zuculini, otra vez el VAR como protagonista y el tanto convalidado para el 2-0.
Fue tras una gran jugada de River, con combinaciones, profundidad y la aparición por sorpresa de jugados sorpresa en las últimas semanas. Y combinó fútbol y VAR, pero River no tiene la culpa.
La responsabilidad de River es jugar y lo intenta siempre.